Muchas de estas luchas han estado y están vigentes y siguen sosteniéndose día a día, y que ello ocurra es porque existe una militancia, que aunque bastante diezmada por los tiempos capitalistas que nos obligan a replegarnos en la subsistencia, no cede en su convicción e ideales de generar un mundo diferente. Poder mostrar estas luchas apunta a abrir el apetito militante, de las convicciones, de la profundización en las teorías políticas e ideológicas que las sustentan, para que las juventudes continúen siendo el motor de las luchas y la transformación.
Mostrar estas luchas, estos logros, estas batallas ganadas, es también mostrar que no todo han sido derrotas, como pretende hacernos creer el sistema y sus medios hegemónicos. Si hoy el mundo no es aún más terrible, no es por piedad o descuido del capitalismo, sino porque desde la militancia se la ha sabido oponer batalla con creatividad, con convicción, sostenimiento en el tiempo de las luchas, compromiso y mucho cuerpo. Hoy, cuando cada vez parece más difícil la militancia, es cuando más hace falta reflotarla. Hoy, la historia, la memoria de estas experiencias populares deben cargarnos de fuerza y empuje para seguir disputándonos con el poder adormecedor a cada compañere militante, a cada joven interesade, a cada compañere comprometide, porque el capitalismo no para y también es creativo en sus formas de conquistar.
¡Arriba lxs que luchan!